Ser parte de tu vida
Tanto como tú de la mía
Y a partir de ese momento
Planificar un futuro, juntos.
Más si mañana la vida
Nos separa en un instante,
Me quedaré con tus recuerdos
Y ese amor que me entregaste.
Sin embargo atesoro la quimera
De una vida junto a ti,
De designios conllevados,
De empellones y deleites,
De peleas y
reconciliaciones,
De satisfacciones y discrepancias.
Todo vale… nada es perdurable.
Blanco o negro… ¿Los matices?
Circunstanciales, momentáneos…
Lo dices muy bien, amiga. Es que todo es circunstancial;pero tenemos que vivir. Vale todo...menos perder el tiempo.
ResponderEliminarBesos
Eso pienso muchas veces, Pichy, si entregar el corazón no es una pérdida de tiempo, que al fin solos venimos y solos nos vamos, además de correr el riesgo de que te lo destrocen. Bien lo decís vos. Besitos y gracias!!!!
EliminarHola Myriam.
ResponderEliminarEs un poema hermoso, sensible, conmovedor...sin dejar de tener los pies en la realidad.
Besos.
Así es, querido Ricardo, llegamos a una edad, "la edad de la razón" citando a Sartre, en que debemnos volar sin olvidar que somos terrestres. Muchísimas gracias por tus cálidas palabras. Besos
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