Siento tu
mirada,
Fija,
penetrante,
Clavada en mí estampa,
Esperando el
instante.
Aguardo el
relámpago
Que habrá de
perpetuarme.
Te siento como el mar
Rodeando tu cintura.
Imagino las olas
Galopando en tus caderas.
Tu cuerpo y el mío
Bailando el vals de las olas.
Una vez más,
desnudo mi cuerpo.
Apreciando el
frío
De tu ojo de
vidrio, poso a tu antojo,
Respondo a tus
órdenes.
Dejé de esperar
que seas mi hombre.
Para ti, soy
tan sólo una modelo.
Tras el cristal impoluto,
Oculto de ti, mis ansias.
Mi ojo descubre tu cuerpo,
Mis manos ansían tus curvas.
Mis labios, celosos de mi fanal,
Apresan los tuyos en candoroso beso.
Estoy
tiritando,
Aun cuando mi
piel arde.
¿Cómo ocultar
la embriaguez de su beso?
Sucumbió la
modelo,
Despertó la mujer…
¡DIOS, cuánto
miedo tengo!
Autores: Myriam Jara- Rubén Ilich
Leiva Toledo
fuiiiiiiiiiiuuuuuuuuuuuuuu, aun recuerdo como urdimos esta historia, un momento mágico donde nuestras plumas se acloparon y literalmente nació una historia
ResponderEliminarFue fantástico, Chilín, ya lo creo que sí, encima ganamos el primer premio faaaaaaaaaaaaa jajaja
EliminarMe resulta logrado este ardoroso poema, amiga. Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarBesos
Muchas gracias, Pichy, escribir a duo con Rubén no resultó difícil, estábamos muy conectados. Besos, gracias!!!
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